Finalmente concluí el trámite administrativo de la baja en la maestría. Me lo esperaba más difícil, con más preguntas y enfrentamientos, pero no fue así, todo lo contrario, estaban ahí mis amigos apoyándome (D, P, E). No lo sentí como una despedida, sé que seguiremos juntos.
Mañana parto al Pacífico. Me marcho, tranquila y en paz… con bastantes proyectos que trabajar: un ciclo de cine iberoamericano, un colectivo de pintura/poesía y un concierto en puerta que pinta ser inolvidable…
Hace unos días, un buen amigo me dijo que “el amor (y el sexo), como el software, debe ser libre“. Creo que tiene razón.
Nos vemos pronto.
Porque no es una despedida. Te queremos, pequeña, te queremos. Je je je.
Me asombra la contundencia de la frase, imagina que incluyera instirctivo de uso…