He abusado. Desde el jueves comenzaron las malpasadas… y no es una queja, o al menos no mía: mi panza opina distinto. El exceso de humo y alcohol, la falta de horas dormidas, el que una vez más haya olvidado mis medicamentos, los sustos y la pálida policiaca (sobre todo esta última) hacen que mi estómago esté en peligro de extinción.
Pese a los sustos, y el dolor, confío y celebro: Anoche brindé por la felicidad, por la mía, y por la ajena… por los amigos: mi familia por elección, por haber vuelto de un viaje que parecía interminable, por volver a casa, a mí casa, por volver a mí… porqué si estoy conmigo nunca volveré a estar sola… por que siempre hay una oportunidad de comenzar de nuevo, por las madrugadas compartidas, las sonrisas cómplices y los brazos abiertos… por los besos rojos, y es que los besos son tan ricos…
Me muero de sueño…
“…por que siempre hay una oportunidad de comenzar de nuevo…”
yo tambien brindo por eso!