Mi Gin Tonic

Hoy me siento como esta canción, y pues por eso vengo a contarles.

Esto de la pandemia ha sido un paseo de movimiento perpetuo en una montaña rusa, sin freno de mano.

Tengo un par de años siendo ferviente creyente del “es absurdo lo mismo esperando cosas diferentes”, so… he hecho las mismas cosas de otras maneras, con la idea de obtener otros resultados (y ha funcionado bien), y por otro lado… en otras asuntos, aunque lo intento termino haciendo lo mismo como lo que estoy haciendo con este post.

Normalmente vengo con un mensaje críptico y retorcido, que en este momento mientras tecleo, me puede parecer maravillos y alegórico, aún así con plena certeza de que al correr de los años no lo entenderé más. ¡Que magico y maravilloso instante de desahogo! Tan útil en el minuto, tan absurdo a largo plazo… como taaaaaaaaaaaaaaaaantas cosas. Luego digo que ya no lo voy a volver a hacer, y nunca cumplo.

Esta vez, no voy a intentar ser más explícita, sólo quiero evidenciar que sí debería hacerlo, en el entendido de que es importante reconocer y dejar constancia de las cosas que logradas, esto es, aún sí hago las misas cosas, del mismo modo, sí yo soy diferente, obtengo resultados distintos.

Hasta aquí mal logrado retrúecano.

Hay días para quedarse a mirar (como ayer)

Hay días en que hay poco para ver (cómo hoy)

Hay días sospechosamente light (tal vez, ¿mañana?)

Hay un deseo que pido siempre que pasa un tren, eso siempre-siempre.